La Corvina (o lubina rayada) es un pescado blanco valorado por su carne firme y suave, que la hace ideal para hornear o sellar. Para esta preparación, el enfoque está en sellar los lomos de pescado a la plancha o en sartén y luego glasearlos con una salsa de mostaza y miel antes de una cocción final.
Se requiere un control estricto de la temperatura para asegurar que la carne del pescado alcance la cocción perfecta sin secarse, típicamente 63°C internos.
El contexto de esta receta surge de la fusión de técnicas europeas, donde la salsa de mostaza y miel se emplea desde el siglo XIX en platos franceses y alemanes, adaptada aquí al pescado. En España, la corvina se consume ampliamente en regiones costeras como Andalucía y Galicia, promoviendo dietas saludables con bajo contenido calórico.
Ingrediente para preparar corvina en salsa de mostaza y miel
Para esta receta de corvina en salsa de mostaza y miel, se requieren cuatro filetes de corvina de 150 gramos cada uno, limpios y sin espinas.
Para la salsa se utilizan tres cucharadas de mostaza Dijon, dos cucharadas de miel de abeja, 200 mililitros de crema de leche y dos cucharadas de perejil fresco picado. Además de sal y pimienta al gusto.
Estos componentes, basados en métodos tradicionales de cocina mediterránea, aseguran una preparación equilibrada.
Preparación de la corvina
Comienza sazonando los filetes de corvina con sal y pimienta. En una sartén con aceite de oliva caliente, dora cada lado durante tres minutos a fuego medio, hasta obtener una costra ligera. Retira el pescado y reserva. Esta técnica de sellado retiene los jugos internos, manteniendo la textura jugosa.
En el mismo recipiente, vierte la crema de leche, la mostaza y la miel. Remueve constantemente durante dos minutos hasta integrar los ingredientes en una emulsión suave. Añade el perejil picado para un aroma fresco.
La proporción de tres partes de mostaza por dos de miel equilibra acidez y dulzor, como se documenta en recetarios estándar.
Luego,incorpora los filetes dorados a la salsa. Cocina a fuego bajo durante cinco minutos, cubierto, para que el pescado absorba los sabores. Alternativamente, transfiere todo a un horno precalentado a 180 grados por ocho minutos.
Verifica la cocción pinchando el centro: debe deslaminarse fácilmente sin desmoronarse.
Acompañantes ideales para realzar el plato
Los acompañantes recomendados para la corvina en salsa de mostaza y miel incluyen verduras al vapor como brócoli y zanahorias, que aportan crunch y frescura contra la cremosidad de la salsa.
Otra opción son patatas hervidas con perejil, sazonadas con aceite de oliva, para absorber los jugos. Incorpora arroz basmati blanco, cocido en 15 minutos, como base neutra que contrasta el dulzor.
Para un toque verde, añade ensalada de espinacas frescas con vinagreta ligera.